Comienza con tu respiración
Compartir
Cuando estás comenzando tu viaje de atención plena, es posible que no sepas por dónde empezar. Comienza con tu respiración. Toma conciencia de tu respiración, este simple acto es poderoso para ayudarte a estar presente. Con curiosidad abierta, nota la profundidad de tu respiración. Observa tu cuerpo y nota si tu vientre se eleva cuando inhalas. ¿Respiras por la nariz, por la boca o por una combinación de ambas? Ahora que has notado el estado actual de tu respiración, respira más profundamente intencionalmente. Permite que tus respiraciones más profundas nutran y relajen tu cuerpo. Confía en que tu cuerpo sabe la profundidad de la respiración que necesita para recalibrarlo con esta dosis adicional de oxígeno, así que deja de lado cualquier pensamiento negativo o crítico sobre tu respiración y simplemente concéntrate en respirar tan profunda y completamente como puedas. Es útil contar mientras inhalas, contener la respiración por un segundo y luego contar mientras exhalas. Contar ayuda porque le da a tu mente consciente algo de apoyo que hacer mientras respiras hacia la paz del momento presente. Esto encarna el concepto de ser tu amigo zen. Debes reconocer que la mente consciente y la subconsciente no siempre trabajan al unísono, y una gran parte de tu viaje de atención plena implica reconocer tus patrones inconscientes de autosabotaje y cambiar conscientemente tus pensamientos y comportamientos por pensamientos y comportamientos de apoyo y amor. (Obtén más información sobre cómo ser tu amigo zen en este blog)
A medida que te relajas al respirar, notarás que tu torso se relaja y tu capacidad para tomar aire se expande. Practica la respiración conscientemente durante un minuto completo, contando y permitiendo que tus músculos se relajen con cada respiración profunda. Observa cómo inhalar y exhalar mientras cuentas durante un minuto te ayuda a relajarte y sentirte más a gusto en el momento presente. Observa cómo te sientes antes de practicar la concentración y la profundización de la respiración y cómo te sientes después de haber profundizado y concentrado la respiración durante un minuto o más.
A menudo olvidamos la influencia que tenemos sobre nuestras vidas al elegir dónde ponemos nuestro foco. Cuando nos centramos en nuestra respiración, no solo nutrimos nuestro cuerpo y relajamos nuestro sistema nervioso, sino que también nos alejamos de las experiencias emocionales, lo que nos permite pensar antes de actuar y elegir nuestras acciones con sabiduría. Cuando elegimos acciones que se alinean con nuestros valores, podemos estar en paz con nuestras elecciones y participar con orgullo en nuestro viaje de vida individual.
Una vez que te sientas cómodo respirando contando hasta cuatro a tu propio ritmo, puedes intentar un ejercicio de respiración como la “Respiración de caja” que se detalla en la siguiente infografía.
A continuación se muestra una versión de diez minutos de nuestra Box Breath guiada presentada por The Zen Academy.
Está disponible en formato mp3 aquí.
Cuando sientas que has perdido el control o que necesitas un descanso, recuerda respirar. Conéctate con tu respiración y recuerda que puedes priorizar tu paz en cualquier momento.